Antes de comenzar a explicar la influencia que está teniendo
el feminismo en las redes sociales, es necesario tener en cuenta dos aspectos
importantes:
1.
El trabajo social y el feminismo no pueden estar
separados.
2.
El trabajo social defiende la injusticia social,
no lo hace por caridad.
No podemos negar que haya mujeres trabajando por y para el
feminismo, reivindicando por la igual y constantemente luchando por ella. Pero
el problema en todo eso es que no se está facilitando su presencia pública
argumentando que es “solo cosa de mujeres” y que por tanto carece de sentido y
no interesa.
COMO MOVIMIENTO SOCIAL ESTÁ POCO
ACTIVO
No está teniendo tanta repercusión en redes sociales como
gustaría. Muchas veces se prefiere ver un video estúpido, que a mi parecer no
aporta nada significativo, en vez de echar un vistazo a una página sobre un
tema alarmante como es en este caso la desigualdad de género. Todo esto se
puede justificar con un sencillo ejemplo
La página @vine
en Twitter tiene 16.890.277 seguidores.
@FeminismoDigital
y @feminismosenred
tan solo tienen 7.747 y 12.350 seguidores respectivamente.
Por otra parte, desde siempre la mujer era la que se quedaba
en casa ocupándose de las tareas domésticas. El hecho de intentar mantener a la
mujer en casa ha significado mantener el silencio. Y es que si eso no se
manifestaba significaba que no existía. Sin embargo, hoy en día existe otra
mujer:
®
La mujer independiente.
®
La mujer autónoma.
®
La mujer que reivindica sus derechos humanos
(iguales a los del hombre)
®
Una mujer que además de concebir hijos CONCIBEN
IDEAS.
®
Una mujer que es dueña de sus actos, y de sí
misma sobre todo.
La mujer de hoy en día es aquella que sale de su casa y
habla, reivindica y lucha por ella y por ellas. Y su arma más fuerte es Internet, el medio de comunicación más extendido. #mujeresinvisibles
está comenzando a tomar partido en países de África, América Latina y Asia,
donde continúan por desgracia las violaciones de los derechos de las mujeres,
donde estas no tienen acceso y control de los recursos, oportunidades y
servicios en condiciones de igualdad; sufren las peores condiciones de trabajo,
sufren violencia y discriminación y
tienen dificultades para ejercer su derecho a la salud. Esa campaña está
intentando visibilizar el trabajo que realiza Ayuda en Acción dando formaciones
y apoyo a muchos grupos de mujeres de esos países. Esperemos que esta no sea la
única campaña en salir adelante. Y para ello no solo basta con la educación,
sino también con movimientos sociales en los que, además de colaborar mujeres
reivindicando por esa injusticia social, se sumen hombres. Porque ser
feminista, volvemos a aclarar, no es cosa de mujeres. Es cosa de igualdad.
Pero no solo en Europa
Occidental sino también en aquellos países donde la desigualdad de género cada
vez crece a pasos agigantados. Y hay que frenar desde ya eso. Por ello la
campaña
LUCHEMOS TODOS POR LA IGUALDAD,
LUCHEMOS POR UN MUNDO MÁS JUSTO.
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